Por su capacidad financiera y cultural, la Internet es hoy un elemento de dominio a escala global. Eso explica por qué diferentes actores que se disputan áreas de influencia política tratan de controlarla, como mecanismo de poder. Pero ¿quién controla la Red de Redes?
Desde 1987, Estados Unidos desarrolló la organización y administración de la infraestructura de Internet, siguiendo una estructura vertical y jerárquica que depende de un servidor raíz con base en ese país. Para ello, el Departamento de Defensa contrató a la Agencia de Asignación de Números de Internet (IANA) y al Instituto de Ciencias de la Información de la Universidad de California (ISI) como administradores del primer sistema raíz oficial.
A finales de los años noventa, la administración Clinton propuso al Departamento de Defensa el traslado del control sobre la infraestructura de Internet al Departamento de Comercio. Ello permitió el nacimiento de la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN), reguladora de la creación y registro de dominios .com, .net y .org, así como distribuidora global de direcciones IP.
Esta organización, de conjunto con las multinacionales Network Solutions y Verisign, formuló el sistema de gobernanza de Internet controlado por EE.UU. y recomendó las políticas de dirección hasta definir el reglamento de conectividad.
Los países subdesarrollados acceden a las tecnologías de las infocomunicaciones (TIC’s) con las grandes brechas económicas y culturales que afrontan en el mundo material, pues el virtual no hace más que reproducirlas.
Así, la gobernanza de Internet tiene dos enfoques. Uno, el control de EE.UU. y las superpotencias globales, sin supervisión de los organismos internacionales, y otro, la necesidad de establecer —integralmente, no por separado— los aspectos legales, económicos y socioculturales de ese control, con la participación de todos los involucrados, sean gobiernos, empresas o usuarios.
Cuba aboga por una gobernanza de Internet democrática y participativa, sobre todo en la generación de contenidos, al servicio de la identidad y la cultura nacional. Defiende, asimismo, la definición de los derechos y responsabilidades de todas las partes interesadas en el respeto a la soberanía tecnológica, así como los derechos y deberes de cada ciudadano.
También rechaza firmemente la militarización del ciberespacio, el empleo encubierto e ilegal de sistemas informáticos para agredir a otros Estados, el ciberdelito y el ciberterrorismo.
El Foro para la Gobernanza de Internet (FGI), que se celebrará en Brasil del 10 al 13 de noviembre del presente año, tendrá sin dudas como tema neurálgico la construcción de un espacio de participación real para los pueblos del Sur en la Sociedad de la Información.
Fuente: http://www.cubahora.cu/ciencia-y-tecnologia/gobernanza-de-internet-por-que-el-debate